Durante el año pasado, comenzaron a aumentar los precios de la luz, los combustibles… y consecuentemente, empezó a subir todo.
Esta tendencia al alza también ha afectado a unos de los productos más básicos en la cesta de la compra: el aceite de oliva.
También el año pasado, el aceite de oliva sufría un aumento del 67,3 % en origen, según los datos oficiales que ofrecía la Dirección General del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
La gran pregunta del millón es por qué subió el aceite.
¿Por qué subió el precio del aceite de oliva en 2021?
A finales del año pasado, del 2021, el precio del aceite de oliva estaba en 3.10 euros el kilogramo, mientras que el año anterior, el 2020 era de 1.8 euros el kilo.
Ello supuso un incremento de algo más de un euro.
No obstante, el incremento “real” para el consumidor en los supermercados era del 22,9 %.
Estos datos representan la media que se genera con los diferentes tipos de aceite de oliva, con todos ellos registrando importantes subidas de precio: aceite de oliva refinado (70,8%), aceite de oliva virgen (69,8%) aceite de oliva lampante (69,5%) y aceite de oliva virgen extra (59%). Desde la campaña 2016/17 los precios comenzaron a bajar, una dinámica que cambió en la 2019/20 y que se ha agudizado durante este último año.
Evolución del precio del aceite de oliva
Según los profesionales del sector, la pregunta de por qué subió el aceite el año pasado, son varios los factores que influyeron en dicha subida.
Por un lado, las cosechas fueron más reducidas mientras que la demanda aumentaba, sobre todo a nivel internacional. Al haber menos stock y aumentar la demanda, sube el precio.
Esta circunstancia beneficia a los pequeños productores, no así al consumidor local.
Según precisa el Instituto Nacional de Estadística (INE), aunque la subida fuera de casi el 70 % en origen, el consumidor final no llegará a notar dicha subido a la hora de su adquisición en las tiendas o supermercados, ya que la subida se queda en un 22,9 %.
No obstante, en este sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), hacían un estudio de la cesta de la compra en varios supermercados en el cual reflejaba una subida del 44 % de precio en el aceite de girasol, mientras que se reducía en el aceite de oliva suave a un 13% y un 11% en el aceite virgen Hojiblanca.
Así pues, el precio medio del aceite de oliva virgen en un supermercado era de unos 4 euros el litro si era de marca blanca, y de unos 5 euros el litro si era de marca.
Lo cierto es que los precios del aceite de oliva han ido evolucionando durante los últimos tiempos.
Antes de la pandemia, los precios eran muy bajos, siendo precisamente el incremento de la demanda durante el confinamiento debido a que se comenzó a cocinar más en los hogares, lo que propició que el precio de este producto comenzara a subir.
Esa gran demanda se traducía en un incremento del consumo tanto a nivel nacional como internacional.
Consecuentemente, el sector del aceite de oliva experimentaba una mejoría respecto a antes de la pandemia.
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