¿Aún no sabes en que consiste la xylella fastidiosa? ¿Quieres conocer cuales son sus síntomas y la mejor manera de tratarlos? Pues sigue leyendo. Hoy en el blog de Aceitel queremos que conozcas más acerca de esta devastadora plaga que afecta entre otras especies, al olivo.
La xylella fastidiosa es también conocida como el «ébola del olivo». Un nombre que deja bastante claro la gravedad del problema al que nos enfrentamos cuando tenemos un olivar. Se trata de una bacteria que cuenta con un extraordinario potencial patógeno sobre distintos tipos de plantas, especialmente en arboles leñosos, y la cual tiene efectos que resultan devastadores.
El primer brote del que se tuvo constancia en España fue en el mes de octubre del año 2016 en Mallorca, por lo que es un problema bastante reciente. A partir de ahí se extendió por todas las islas Baleares, pasando a continuación a afectar a distintas zonas de la península ibérica. Desde los organismos competentes de la Unión Europea no son nada optimistas ante está reciente plaga. Y es que para cumplir el protocolo habría que arrasar con todos y cada uno de los olivares afectados, así como del área que pueda haber sido infectada, por lo que la prevención en olivares todavía sanos, es un aspecto fundamental que debemos tener muy en cuenta si no queremos que el problema vaya a mayores.
Pero ¿qué es exactamente la xylella fastidiosa y cómo se propaga? Esta bacteria ataca a las plantas leñosas. Coloniza el tejido conductor de la savia, llamado xilema. De su transmisión se encargan insectos que se alimentan de la savia. A medida que la bacteria coloniza el xilema, impide el paso de la savia, y las hojas y los frutos se secan, al impedir el paso del agua y de las sales minerales.
Síntomas de xylella fastidiosa
Generalmente los síntomas pueden variar según la planta hospedadora de la bacteria, aunque se puede decir que algunos de ellos se corresponden con los síntomas habituales del estrés hídrico (falta de agua). Es decir, la planta se marchita de forma generalizada, las hojas y las ramas se caen, y en consecuencia, la planta termina muriendo. Y uno de los grandes problemas de esta bacteria es que actúa de forma silenciosa, ya que la colonización suele ser asintomática durante un amplio periodo de tiempo hasta que finalmente puede ser detectada.
La xylella fastidiosa se transmite a través de cicadélicos, unos insectos que conforman una de las familias hemipteras más grandes, con más de 20.000 especies. Dentro de los cicadélicos, uno de los más comunes en España es el denominado científicamente «asymmetrasca decedens», también conocido como el «mosquito verde» y cuya población se multiplica durante la temporada estival. Estos insectos captan la bacteria al alimentarse de la savia y lo transmiten de la misma manera a otros árboles. Una vez que la bacteria se ha asentado en el árbol, esta se va multiplicando. Según los expertos, estos insectos pueden ser los responsables de la propagación de la bacteria a zonas próximas de las ya afectadas. En cambio, la contaminación a mayores distancias suele estar ocasionada mayormente por el comercio y transporte de madera infectada.
El denominado «ébola del olivo» puede afectar a todos los árboles leñosos, un total de hasta 300 especies distintas. No solo olivos; también almendros, cítricos, viñedos, frutales de todo tipo, e incluso plantas ornamentales como la lavanda. Por lo tanto se trata de un problema de grandes magnitudes.
Entre las distintas políticas implantadas en materia fitosanitaria, la normativa europea exige a todos los proveedores de plantas que puedan ser hospedantes de la bacteria a disponer de un pasaporte fitosanitario que garantice la situación de sus plantas. Por otra parte, a los comerciantes les pide que estén registrados en el Servicio de Sanidad Vegetal de su comunidad autónoma. Se trata de medidas que si bien pueden ayudar, no llegan a ser los suficientemente efectivas.
Tratamientos contra xylella fastidiosa
Una vez que nuestro cultivo ha sido afectado, es primordial luchar para extinguir el problema, algo que no resulta nada sencillo. Y es que según los expertos en la materia de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, no existen actualmente métodos que nos permitan luchar contra la bacteria y curar las plantas ya afectadas. Hay ciertos hábitos en los sistemas de cultivo, como pueden ser la poda, la fertilización y el riego, que podrían tener algún impacto sobre la enfermedad, pero que no llegan a ser suficiente para curar las plantas. Por ello, se está trabajando en estrategias que se centran en el insecto vector (el que propaga la bacteria) y en la eliminación de las plantas afectadas (si se dejan en el campo, pueden favorecer la propagación).
Para controlar la población del insecto vector es necesario aplicar tratamientos adecuados, como pueden ser las malas hierbas (fundamentales para la vida de dichos insectos) y también recurrir al empleo de determinados productos fitosanitarios (principalmente antes de la eliminación de las plantas afectadas). Ambos tratamientos deben aplicarse conjuntamente con una serie de buenas prácticas agrícolas.
Como puedes haber comprobado en este post, la xylella fastidiosa es un problema muy importante, que todo agricultor debe tomar en serio. Y es que esta bacteria puede llegar a arruinar nuestra plantación, con todo lo que ello puede llegar a significar para nuestra economía. Por ello, y ante la más mínima sospecha, en Aceitel siempre recomendamos acudir a expertos en el tratamiento de estas plagas y en la aplicación de productos fitosanitarios que puedan llegar a ser útiles para la erradicación del problema. Y es que estamos ante un problema que solo puede ser minimizado desde la prevención.