El Aceite de Oliva Virgen Extra es el más valorado y mejor por excelencia. Se trata de un producto que sabe muy bien, es muy saludable y está al alcance de todos los bolsillos.
No obstante, hay otras opciones, si bien no para sustituirlo, si para dar un toque nuevo a nuestras comidas. Respondemos a vuestras dudas sobre cuántos tipos de aceites existen.
¿Cuántos tipos de aceites existen y porque el de oliva es el mejor?
A la pregunta de cuántos tipos de aceites existen os diremos que muchos. Los hay para todos los gustos.
Existen aceites que aportan sabores orientales, dando un toque ahumado a la carne o unas notas especiales a una ensalada.
En España, a parte del aceite de oliva, nos encontramos habitualmente el aceite de girasol y mezcla de semillas.
En Europa, en aquellos excepcionales países en los que el aceite de oliva no es habitual, los aceites vegetales con mayor disponibilidad para el consumidor son los de canola, girasol y soja. El resto, refinados o vírgenes, están disponibles de forma más exclusiva, bien en tiendas gourmet o bien a través de internet.
Algunos de los aceites más caros que el aceite de oliva virgen extra son el de mostaza, amapola, sésamo o lino, por su complicada disponibilidad.
Aceite de Soja
Este aceite se extrae de los granos de esta legumbre de origen asiático de color amarillo pálido.
Tiene un bajo coste y es muy usado en China.
Su sabor neutro y sus propiedades nutricionales lo hacen ser uno de los más consumidos en este país.
No obstante, el aceite de soja no se recomienda para freir, si para saltear verduras, acompañar ensaladas, así como para hacer mayonesa.
En cuanto a su conservación se recomienda no guardarlo más de 12 meses a partir de la fecha de fabricación.
Recordemos que los aceites son productos vivos que evolucionan con el tiempo debido a los procesos químicos que oxidan sus componentes, procesos que se ven favorecidos por las altas temperaturas, exposición al sol o al oxígeno.
Por todo ello, no vale la pena guardar en nuestra despensa aceite que solo vamos a consumir en escasas ocasiones.
Aceite de Sésamo
Esta semilla tiene muchas propiedades ya que es una excelente fuente de calcio, fósforo y magnesio.
Su aceite, cuyo color está entre el amarillo y el ámbar, es uno de los más antiguos en la cocina, y es muy sabroso.
Al ser resistente al calor, se puede utilizar para freir, aunque lo habitual es encontrarlo crudo, especialmente en la cocina oriental.
Los japoneses suelen preparar con él sus tempuras, siendo un ingrediente muy apreciado en la elaboración de woks.
En China, el aceite de sésamo se extrae de semillas tostadas, lo que oscurece su color, haciendo que desarrolle un aroma a avellana.
Aceite de aguacate
Este aceite es verde, huele dulce con una textura espesa y es muy penetrante.
Es resistente a la oxidación y su punto de humo es superior a los 250º C.
Tiene un contenido graso inferior al de palma, y se suele usar como aderezo y para la obtención de margarinas.
Como podéis comprobar, sobre cuántos tipos de aceites existen, estos son solo algunos ejemplos.
Son muchos los aceites que se usan en el mundo, pero es importante recordar que el Aceite de Oliva Virgen es uno de los mejores ya que junto a su sabor y versatilidad, aporta infinidad de beneficios a nuestro organismo, siendo la estrella de nuestra Dieta Mediterránea.